Germán Pezzella ha realizado una entrevista a los medios oficial del Real Betis sobre lo que ha vivido en estos meses y su buen rendimiento en los últimos partidos.
Empatar ante el Real Madrid y hacerlo de esa manera solo arroja conclusiones positivas.
Estamos contentos sobre todo por lo que hicimos en el primer tiempo. Por la imagen que dimos y por cómo vio la gente al equipo, es para estarlo. En el segundo tiempo nos quedamos un poco sin piernas por decirlo de alguna manera. El primer tiempo fue intenso, intentamos provocar un cortocircuito en su juego y luego llegar rápido al arco rival cuando teníamos la posesión. Creo que el equipo mostró mucho carácter e intensidad en un partido que siempre es muy difícil.
¿Sirve el empate para que el equipo recupere totalmente la confianza o para ello debe llegar una victoria?
Uno busca siempre quedarse con los tres puntos. Lo que se vio en Villarreal y el otro día ante el Real Madrid es más o menos la línea que debemos seguir. A través de eso va a ser más fácil conseguir resultados, pero principalmente uno quiere ganar. La realidad dice que hemos sumado dos puntos ante dos equipos muy fuertes, pero esos esfuerzos hay que hacerlos valer fin de semana de semana intentando conseguir la mayor cantidad de puntos posible.
Cuando compite con la intensidad del pasado domingo, este equipo se lo pone muy difícil a cualquier rival.
Sabemos que somos más fuertes cuando trabajamos como un equipo, como un bloque. Individualmente, somos todos muy parejos. Entre nosotros no hay un Cristiano Ronaldo ni un Messi, nuestra fortaleza está en competir al 100% y cuando y tenemos claro que lo que debemos hacer.
Viendo los dos últimos partidos, parece que la mala racha se debió más a un bloqueo mental que futbolístico.
En mi opinión, el fútbol es 80% cabeza. Después de una buena primera mitad de temporada empezaron a salir las cosas mal y llegaron los resultados negativos uno tras otro. Cuando llegan rachas así, es difícil salir, parece que todo lo que haces es peor. El grupo necesitaba demostrar y demostrarnos a nosotros mismos que podemos sacar esta situación adelante. Entre todos dimos un paso al frente que debimos continuar en casa ante el Real Madrid. Es cierto que la temporada no ha sido la mejor jugando de local, es cuestión de tratar de mejorarnos día a día y demostrarnos que podemos hacerlo bien de forma continua cada fin de semana.
¿Cómo consiguieron abandonar ese bache de resultados?
No creo en otra cosa que no sea el trabajo, en esforzarte al máximo en todos los entrenamientos. Por ejemplo, antes de la entrevista hablábamos que cuando te vas a casa muerto después de un entrenamiento es lo más lindo porque te exigiste al máximo y se hace todo lo posible para que la situación vaya a más. Esa es la clave que nos va a seguir haciendo mejorar y conseguir resultados.
Los buenos resultados traen la alegría a un bloque en el que siempre ha destacado el buen ambiente. Esa unión fue clave para preparar el partido contra el Real Madrid.
En las malas rachas es donde se ve realmente la calidad humana que hay dentro de un vestuario. Cuando las cosa van bien todo es más fácil durante el día a día, pero en las malas situaciones se ve el compromiso y la unión de cada uno en cada entrenamiento y en cada partido. Independientemente de que los resultados sean mejores o peores, todos estamos contentos con el grupo que tenemos.
A la espera de un triunfo que cierre la racha sin ganar, se reencontraron con el gol en el partido contra el Real Madrid. Por la celebración se ve que había ganas de cantar gol de nuevo.
Son rachas que se pasan, sabíamos que iba a llegar a su fin. Además, fue bonito por la manera de romperse, con un golazo de Cejudo. También fue positivo que en los primeros minutos de los partidos sufríamos, pero el otro día no ocurrió. Romper la sequía goleadora ante tu afición y en un partido de esa envergadura es un momento muy lindo.
En cualquier caso, los empates ante Villarreal y Real Madrid se realzan con una victoria en Anoeta.
Los dos últimos partidos que hicimos hay que hacerlos valer en estos partidos que vienen ahora que son de nuestra Liga. No sirven de nada los esfuerzos que venimos haciendo si nos relajamos y no seguimos mejorando. Hay que seguir yendo a más, afrontar los próximos partidos con la misma intensidad y las mismas ganas. Seguramente así lleguen los resultados.
El objetivo, una temporada en Primera División sin sobresaltos. Cuatro puntos sobre los puestos de descenso. Pese a esa distancia, hay que seguir sumando.
Falta mucho aún, recién arrancó la segunda vuelta. Faltan muchos partidos y se demostrando que la competición es muy cambiante. Más allá de los tres equipos que están arriba en la tabla un poco despegados de los demás, por abajo hay poca diferencia de puntos y los resultados varían mucho cada fin de semana. En la situación en la que estamos lo que debemos hacer es trabajar día a día, esforzarnos aún más e ir pensando fecha a fecha. Hay que seguir sumando porque seguro que los de abajo irán apretando cada vez más y la segunda vuelta será muy diferente al primer tramo de competición. Tenemos un equipo sobradamente capacitado para tener una temporada sin problemas, hay gente con mucha experiencia en el vestuario.
Dentro de las buenas noticias, vuelve a verse más cómodo al equipo cuando debe llevar el mando del partido.
Es cierto que en otros partidos el equipo se sentía más cómodo siguiendo la iniciativa, armándose atrás y buscando alguna contra. En los dos últimos partidos se ha visto que la intención es diferente, se le quiere dar valor a la pelota y crear situaciones a través del balón. Con los jugadores que tenemos arriba no nos sirve mucho jugar sin pelota. De mitad de cancha hacia adelante, para poder vivir con las características que tienen, los compañeros necesitan jugar en paredes y que haya juego asociado. Estamos tratando de insistir sobre eso.
Hablemos de Juan Merino. El técnico ha destacado la gran acogida que tuvo por parte del grupo.
El recibimiento fue el mejor. Ahora él está a cargo del equipo y tenemos que respetar su trabajo, intentar trabajar sobre la forma que él nos marca. Merino es muy claro en lo que pide y lo que pretende de cada uno en su puesto, nos habla sabiendo hasta dónde puede llegar la responsabilidad de cada uno dentro del terreno de juego. Tenemos que trabajar sobre su idea fortalecernos a nivel de grupo y hacernos fuertes como equipo. A partir de ahí van a resaltar luego las individualidades. Dentro de un equipo tenemos que hacernos fuerte todos juntos para que después cada uno sobresalga en su lugar.
Imaginamos que sus gritos y la intensidad que pide a cada segundo se escucharán con absoluta nitidez sobre el terreno de juego.
A veces es difícil en nuestro campo escucharle por lo grande que es, pero en los entrenamientos se escucha y en Villarreal también se es cucharon sus voces. Personalmente creo que está muy bien que sea así, no permite que te relajes, no te da tiempo. Su camino es exigir y exigir, creo que esa es la única manera para poder ir a más.
No paran de repetir sus compañeros lo bien que han conectado con Merino…
Si Merino estará hasta final de temporada es una decisión que a nosotros nos excede. Nos centramos en el hoy, no podemos vivir de lo que pasó o de lo que va a pasar. Tenemos que respetar la situación que estamos viviendo, esforzarnos y seguir sobre la línea que él nos está marcando. Estamos muy contentos. Luego la gente que tome las decisiones en el Club sabrá el momento en el que hay que tomarlas.
Buenas sensaciones a nivel colectivo y personal. Ha recuperado la titularidad.
He continuado igual, yendo cada día a entrenar con y trabajando más. Querer mejorar siempre es primordial para mí. He jugado los últimos 7 u 8 partidos seguidos, eso es lo que a uno le da confianza y le permite una mejor adaptación, ayuda a sentirse más cómodo dentro del terreno de juego. Mi día a día se basa en mejorar y aprender, nunca conformarse y buscar siempre cualquier error para corregirlo.
El período de adaptación, necesario cuando se cruza el charco, va completándose.
No me pongo a valorar si se ha sido conmigo injusto o no. Sabía que la situación iba a ser totalmente distinta a la que vivía en Argentina, ya que la española es la mejor del mundo. Sabía que la adaptación no iba a ser fácil. Hubo mucha gente que de entrada ya me lo marcó. Traté en los primeros meses de ir aprendiendo, gente de dentro del club y de mi entorno me ayudaron día a día para tranquilizarme. Es cierto que lo pasé mal en algunos momentos y me desesperé porque mucha gente confió en mí y quería devolver esa confianza. Sabía que debía seguir con tranquilidad esforzarme en el día a día, corregir los errores y sacarme las dudas que tenía. Todo es muy diferente aquí a lo que estaba acostumbrado, pero a base de esfuerzo y trabajo se consigue la adaptación.
Juventud y margen de mejora. ¿Hasta dónde puede llegar?No sé. Sé que puedo dar mucho más. Soy el primero en confiar en mí mismo pero al mismo tiempo soy el primer autocrítico. Una vez terminan los partidos y me voy a casa, muchas veces me rompo la cabeza contra la pared porque soy el primero que se machaca día a día e intenta mejorar. Jugar los últimos partidos me sirvió mucho, pero sigo trabajando día a día para seguir aprendiendo e ir mejorando.
¿Completó el domingo su mejor partido desde que llegó al Real Betis?No sé. Creo que también ayuda mucho la situación del equipo, como se mostró el equipo, el orden y la intensidad. Desde que llegué, Pepe ha ayudado también a mi adaptación. Y desde que llegó Juan he tenido mucho diálogo con él y me ha ayudado mucho. Me ha dado su confianza y la verdad es que eso suma mucho.
Procedía de un Club con millones de seguidores y en el que la presión está a la orden del día. Llegaba preparado para este reto.En cuanto a la presión de los clubes, cuando vine yo ya sabía lo que me iba a encontrar. Es un punto a favor venir de un club donde se te exige ganar siempre. Igual que acá, todos los fines de semana que se juegan en casa el estadio está lleno. Y cuando juegas de visitante siempre hay muchos aficionados tanto de River como del Betis. La situación es muy parecida. Esa presión uno, desde chico, allá en Argentina la va palpando y va intentando soportarla. Personalmente yo me centro en ver cómo puedo mejorar y que se vea el trabajo que uno hace día a día.
Respecto al Germán Pezzella que sale de Argentina, ¿qué cree que ha mejorado en los últimos meses?Es un fútbol totalmente diferente. En el ritmo de juego, en que las canchas acá están regadas y en Argentina eso no pasa mucho. Allá es un juego más trabado, mucho más dinámico acá. Son muchas cosas que uno tiene que ir aprendiendo. Tácticamente también se juega diferente. La única manera de aprenderlo es arriesgándose y equivocándose, porque la única manera de corregir es cuando te equivocas, así que uno está preparado para eso y sabe que todos los días tiene que mejorar.
Se le ve en los entrenamientos dialogando frecuentemente con Juan Merino. ¿Qué le dice el técnico?
Tanto Juan como Alexis y Capi nos han dado confianza para salir con la pelota juagada. También que es responsabilidad de nuestros compañeros darnos opciones cuando están al fondo. En la colocación, en la tranquilidad cuando tengo que salir a presionar. También cuando hay que defender y hay que tirar la línea hacia atrás pues hacerlo. Pero más que nada en el orden táctico y, como decía, darnos confianza para sacar la pelota jugada desde atrás.
¿Se siente titular para los próximos partidos?No. Soy mi primer crítico y nunca me siento ni titular ni suplente, ni me siento el peor ni el mejor. Siempre me centro en el día a día e intentar mejorar todos los días. Todas las semanas intento jugarme el puesto, por decirlo de alguna manera. Que sea una competencia sana entre compañeros y esforzarme todos los días para poder tener la posibilidad.
Destacó ante el Real Madrid por su sentido de la anticipación. ¿Se trabaja o es una cualidad innata?
Creo que es algo que la mayoría de los técnicos te van marcando desde chico. El último técnico que tuve en Argentina me insistió mucho sobre ese tema. Cuando llegué acá también se me pedía mucho eso. Juan lo ha ido también fomentando. Son cosas que, a medida van pasando los partidos y uno se siente más cómodo, junto con esa adaptación de la que estábamos hablando, uno se va soltando más y conociendo las facetas del juego en las que se puede permitir adelantar un poco la línea. Como Juan nos lo marcó, momentos en los que el equipo sufre o se rompe una línea de presión y hay que retrasar dos metros para acomodarse, también hay que ser inteligente.
Con su familia a miles de kilómetros, ¿en quién se apoya en los malos momentos? Trato de mantenerme de la misma manera cuando las cosas van mal y cuando van bien. Hubo mucha gente dentro del club que me ayudó en los momentos de desesperación que siempre pasa uno a lo largo de una temporada, al venir de un lugar tan diferente, teniendo la familia tan lejos. Estuve acompañado de mi novia los primeros meses, después la familia. También momentos que uno pasa solo, ya que al ser extranjero la familia tiene que estar yendo y viniendo. Es complicado pero siempre tratando de apoyarse uno en los compañeros, que me abrieron las puertas como si fuera uno más desde el momento en que llegué; de la gente que trabaja en el Club también. De todo un poco.
¿Venir al Betis la decisión más importante de su carrera?: La verdad es que sí. Fue una decisión complicada pero desde el momento en que me la plantearon, no lo dudé porque personalmente me sentía con la necesidad de un cambio. De un crecimiento también porque era una apuesta de venir a una liga muy importante. Un proyecto nuevo después de pasar diez años en el mismo lugar desde chico, donde hice hasta el colegio. Son cambios fuertes pero no lo dudé porque creo que, personalmente, lo necesitaba. Sabía también que iba ser duro así que tratando que las cosas salgan de la mejor manera.
A nivel personal, ¿qué le pide al futuro?
No me permito pensar más allá de este año. Trato de mejorar todos los días y después que el destino sea lo que sea. Firmé un contrato de cinco años acá, estoy tranquilo y contento, muy a gusto, intentando mejorar. Principalmente, que al Betis le vaya bien.
En su familia, es costumbre ser futbolista. Lo tenía claro desde pequeño.
En mi familia, desde chico, he ido palpando el fútbol. Son decisiones que cada uno toma desde chico y según uno se va haciendo grande toma decisiones, en mi caso, apoyándose en la familia. A los 15 años me fui de mi casa a una ciudad como Buenos Aires, que es muy grande, a vivir solo y a afrontar un destino que uno nunca sabe qué le va a deparar. Quizás me iba de casa a los 15 años y a los 17 me tenía que volver. Son decisiones que toma uno que, por suerte, la familia lo va apoyando y siguiendo en un camino que es bastante largo.
Aquella experiencia le curtió para el carácter que tiene ahora, para no caer en los malos momentos.Sí, seguro. Obviamente no es lo mismo pero el irme de casa a los 15 años y vivir durante ocho años solo en Buenos Aires y con la familia lejos, una vez que uno se viene para este lado… no digo que es lo mismo porque estamos a muchos kilómetro más, pero es prácticamente similar. Uno tiene que arrancar de cero, hacerse a nueva ciudad, a un nuevo país donde las costumbres son totalmente diferentes. Con lo que uno ha pasado de chico se va acostumbrando.
Argentina, cuna de grandes delanteros. ¿Tuvo claro desde pequeño que quería ser central?Sí. Cuando uno comienza a tomar noción del fútbol como una profesión siempre estuve de central. Alguna vez de chico como lateral pero toda mi carrera ha sido de central y es lo que me gusta. Hoy por hoy creo que es difícil encontrar chicos que quieran ser defensores. Sobre todo en Argentina, donde ven a Messi, ven a Agüero, y todos quieren ser delanteros. Yo, desde chico, siempre defensor.
Comentábamos antes la seguridad defensiva. Si aparece cualquier error, está Antonio Adán para arreglarlo. Vaya nivel está mostrando.Me sorprendió. Uno, desde Argentina, a lo mejor no lo tenía tan visto, pero la verdad es que lleva haciendo una temporada extraordinaria, jugando a muy alto nivel todos los partidos. Es una alegría y una tranquilidad saber que tenemos un arquero como él.
La afición, agradecida con la actitud del equipo en los últimos encuentros. ¿Qué mensaje le enviaría?Creo que son momentos para que se muestre unión dentro del Club, en el que esperemos que la situación vaya mejorando. Son situaciones en las que se tiene que estar unido de adentro para fuera y de fuera hacia adentro, porque todos estamos acá por el bien del Club. Si le va bien al Club. Nos va bien a nosotros y si nos va bien a nosotros, la afición disfruta. Es todo un conjunto y una cadena en la que cada uno debe aportar su granito de arena para que el Betis haga una buena temporada y, a medida que vayan pasando los años, dejar una marca en el Club para que, el día de mañana, cada vez pueda crecer un poco más.