El club ha entrevistado al hijo pródigo de Heliópolis que volvió este verano generando ilusión pero la pobre condición física del Betis esta temporada le ha marcado y ya no es el mismo de los primeros partidos. Por ello Joaquín se siente en deuda con la afición, ya que le recibieron más de 20000 personas, y quiere recuperar su mejor nivel y hacerla disfrutar.
¿Qué valoración hacen del empate del pasado sábado? El equipo mereció llevarse la victoria.
Creo que se vio otra vez que el equipo fue a por el partido, mucho más cuando el resultado se nos puso en contra. En ese momento el equipo fue más fuerte incluso y fue a por los tres puntos. Merecimos ganar por la cantidad de ocasiones que tuvimos, pero al final tuvimos que conformarnos con el empate. El punto sabe un poco amargo porque estos son partidos a priori que todo el mundo piensa en ganar, pero luego hay que jugarlos. Independientemente de que no pudiéramos conseguir la victoria, nos quedamos con el rendimiento del equipo y satisfechos de ver que fuimos a por el partido. Cuando no se pude ganar sumar siempre es importante.
Háblemos del crecimiento manifestado en las últimas semanas.
Hay muchísimas cosas que mejorar aún, pero creo que la disciplina y la actitud del equipo están siendo claves en estos últimos partidos. En esa línea trabajamos cada semana, luego está claro que podemos mejorar muchas cosas a la hora de tener el balón y de defender. En ese camino tarde o temprano tienen que venir las victorias. Este sábado tenemos otro partido importantísimo donde nos jugamos mucho. A ver si somos capaces de pegar un salto en la clasificación, creo que podemos estar mucho más arriba.
¿Se ganan más en este tramo final los partidos por actitud e intensidad que por buen fútbol?
El fútbol muchas veces es muy injusto. Hay ocasiones en las que haces un partidazo en todas las líneas y pierdes. Lo primordial, lo más importante, es que el equipo tiene una filosofía de juego. La idea es de salir a ganar siempre. Después está claro que puede haber veces que por muy bien que juegues o por mucha posesión que tengas, desgraciadamente no ganas. En ese caso es importante no perder. Trabajamos con la mente puesta siempre en ganar, más estos partidos de nuestra liga donde nos tenemos que hacer fuertes.
El próximo mes va a ser clave para el desenlace de la temporada...
Va a ser un mes importante si somos capaces de afrontarlo como lo estamos haciendo últimamente. Tenemos unos partidos ahora en los que creo que podemos sumar a puntos. Vamos a más, si somos capaces de seguir trabajando así y conseguimos resultados, todo nos va a dar un plus de confianza y moral para afrontar el tramo final de temporada. Si lo afrontamos con el trabajo hecho eso te da más libertad para disfrutar del último tramo del campeonato. El objetivo es conseguir los puntos lo antes posible sin ansiedad, ya que eso puede ser negativo para el equipo. Tenemos que salir con la misma idea y filosofía de trabajo para que a partir de ahí aflore la calidad del equipo y todo el trabajo que estamos haciendo.
Tras dejar atrás la mala racha de resultados, al grupo se le ve más fuerte.
No es fácil porque cuando entras en una dinámica negativa, haces buenos partidos y no ganas, cualquier pequeño detalle se te hace un mundo desde el punto de vista mental. Cualquier error te cuesta un gol o te quedas con uno menos si llegas tarde a una jugada. Es un poco de todo, al final va en tu contra y llega ese bloqueo. Creo que lo principal es saber qué es más importante para el equipo, saber a lo que jugamos y ser un equipo fuerte defensivamente. A partir de que el equipo esté trabajado tácticamente bien y tenga una buena forma de defender, tenemos que ir trabajando más cosas. Tenemos jugadores para determinar partidos en cualquier jugada, pero lo primordial era hacer fútbol fácil, tanto a la hora de defender como de atacar. A partir de ahí, se trata de ir cogiendo confianza, hacer fútbol y que lleguen los resultados. Eso es lo primordial, si se hacen las cosas bien y no llegan los resultados, todo es mucho más complicado. En esa línea de trabajo es más fácil que tengas más resultados positivos que negativos.
La plantilla dio un paso adelante para ponerle fin a esa dinámica.
Al final los que jugamos somos nosotros, por eso nos corresponde de alguna manera dar un golpe encima de la mesa. El equipo ha conseguido sobreponerse y salir adelante. No es fácil cuando está en una situación como la que nosotros veníamos atravesando. Afortunadamente, no hemos llegado a estar en una zona del todo complicada. De todas formas, creo que nos merecemos estar mucho más arriba. Dentro de todo eso, el equipo ha sabido trabajar y responder a las diferentes situaciones. Ya no solo yo, todos mis compañeros han creído siempre. Quedan muchos partidos para hacer cosas importantes. Primero, tenemos que conseguir el objetivo. A partir de ahí, si podemos disfrutar, mucho mejor.
No paran de repetir que el objetivo debe completarse a falta de varias jornadas para la conclusión del campeonato.
El objetivo es mantenerse en Primera División. Cuanto antes lo consigamos, mucho mejor. Este mes va a ser importante, tenemos que dar un paso adelante en la clasificación. En cualquier caso, sabemos que no va a ser fácil, en este tramo de Liga los partidos son muy disputados y los resultados no son muy amplios. Para ningún equipo es fácil esta situación, hay tanto en juego que los resultados son muy ajustados. Ojalá en el próximo partido podamos hacer que la gente disfrute y consigamos un resultado tranquilo. Los jugadores queremos dar esa alegría al beticismo, siempre con el compromiso y la idea que tenemos de ir partido a partido. Sabemos sobre todo la importancia que van a tener los encuentros de casa para conseguir el objetivo. Ahí es donde debemos hacernos más fuertes que nunca.
¿Tiene algo que comentar sobre las últimas decisiones arbitrales?
Le hemos dado vueltas a la cabeza a eso, no lo vamos a negar. No pienso que los árbitros se quieran equivocar en contra de los más débiles, pero al final los perjudicados somos los de siempre. Por desgracia no nos han favorecido en los últimos partidos. No nos podemos agarrar a eso, tenemos cosas más importantes en las que ilusionarnos y trabajar. Lo estamos demostrando cada día, eso es lo único en lo que debemos pensar. Haciendo un trabajo como el que venimos completando hasta ahora, con la actitud y el compromiso de la gente, es más fácil que lleguen las victorias.
Volvió a tener minutos en el partido contra el Sporting de Gijón. ¿Cómo se encontró?
Las dos últimas semanas de trabajo no han sido fáciles. Tenía una rotura en una zona del recto del cuádriceps bastante incómoda, de las peores para el jugador, ya que a la hora de golpear o de realizar cualquier acción siempre molesta. Me encontré bastante bien en los minutos que jugué el sábado, aunque está claro que me falta ritmo de partidos. Es lo que ahora mismo estoy intentando trabajar al máximo. Por lo menos ya estoy contento porque estoy trabajando con el equipo y poniéndome a punto para ayudarlo.
¿Qué valoración hace de su actuación personal hasta la fecha?
Al principio estuve bastante bien, además el equipo funcionaba y ganaba partidos. Disfrutaba, me encontraba bien y físicamente también estaba muy bien. Luego un problema en el tobillo en el partido contra el Sporting me impidió jugar ante el Rayo. Es verdad que volví a jugar, pero fue cuando encadenamos tantas derrotas seguidas y no conseguíamos ganar en casa. Coincidió mi vuelta con esa etapa en la que las cosas no iban bien, así es complicado que a nivel individual pudiera encontrarme mejor. Después vino una semana en la que también estuve con fiebre. Al final son cosas que me hicieron estar bastante tiempo parado y no poder estar de la mejor forma posible para disfrutar de minutos. Vine aquí para apoyar, disfrutar y ayudar en todo lo posible. Todavía quedan muchos partidos para que esto termine, espero terminar la temporada al nivel la empecé.
Hace autocrítica y se le ve convencido de que puede dar más hasta final de temporada.
Siempre he sido muy realista como futbolista. Además soy una persona a la que no le preocupa lo que puedan decir, la confianza que tengo en mí mismo es total. Es verdad que puedo dar mucho mas, es lo que quiero y sé que la gente me espera con los brazos abiertos. Lo importante ahora es que estoy trabajando con el grupo, poco a poco vendrán momentos bonitos.
Parece como si a Joaquín siempre se le hubiese exigido el doble que a cualquier futbolista.
Es así. Por la edad que tengo ya no soy un juvenil, pero las lesiones me siguen respetando, continuo teniendo esas condiciones y puedo seguir disfrutando. Mientras así sea seguiré compitiendo al máximo. Siempre he sido un futbolista que para bien o para mal ha levantado críticas. No solo ahora, sino desde el comienzo de la temporada. Incluso con 20 años cuando empecé se hablaba mucho de mí. Lo más importante es que siempre he confiando en mis posibilidades y he salido al campo a disfrutar. Unas veces las cosas han salido mejor y otras peor, pero siempre he sido honrado conmigo mismo y el equipo. La idea siempre es la misma, poder disfrutar y ayudar a mis compañeros.
La autoexigencia y la presión ante el reto de demostrar a la afición que es el mismo futbolista que se marchó en 2006, ¿le ha podido influir?
No creo que eso me haya pesado. A lo largo de los años te das cuenta de que con trabajo y sacrificio las cosas llegan, independientemente de que ya tengo 34 años y de que mi filosofía no es la que tenía con 20 años. Ahora busco otras opciones de juego. Sigo disfrutando y creo que puedo hacer disfrutar también. Lo más bonito para mí es eso que hacía o que sigo haciendo, levantar a la gente del sillón. Sigo siendo capaz de transmitir eso, es lo que más deseo en el mundo entero. Lo he vivido todo en el fútbol, rachas buenas y malas. Sin ir más lejos, el año pasado estuve tres meses entrenándome aparte y sin poder jugar la Europa League. Estaba prácticamente 'abandonado'. Luego jugué un partido y el entrenador ya no me quitó más. El fútbol tiene estas cosas, pero la confianza y las ganas de agradar, que para mí es lo más importante, siguen intactas.
Tiene un pefil de juego diferente al de su primera etapa. ¿En qué ha cambiado su fútbol?
Antes era un futbolista al que le gustaba estar pegado a la cal, recibir el balón y desbordar todo lo que se me ponía por delante. Eso lo hacía en mi primera etapa e incluso en Málaga y en Valencia. La temporada pasada jugué de carrilero. Si le preguntamos a todos los entrenadores que he tenido en mi carrera, en la vida se podían imaginar que iba a jugar de carrilero. Jugué todo el año desde que empecé a entrenarme con el equipo, así que a estas alturas no me asusta ni me sorprende nada. La conciencia la tengo tranquila porque sé que son momentos que se pasan en el fútbol. Lo más importante es estar físicamente bien y tranquilo para disfrutar. Una vez que yo disfrute, todo eso vendrá ligado.
De los futbolistas como usted siempre se espera que cada domingo hagan su mejor partido del año. Qué difícil es cumplir esta tarea y mantener una línea de regularidad pese a las etiquetas que le han querido colgar en su carrera.
Estar siempre bien es muy complicado. Entiendo a la gente que lo haya dicho a lo largo de mi carrera, pero los números están ahí. Dentro de esas críticas, las cuales respeto, creo que hay muchas más cosas positivas que negativas. No me importa, muchas veces puedo estar hasta de acuerdo. Donde no voy a entrar es en que se traspase la línea en otros aspectos porque sé lo que soy y lo que he hecho por mi carrera y mi vida profesional.
Hablaba anteriormente de las críticas. ¿Le ha dolido alguna en particular?
Lo que más me puede afectar es que la gente está ahí esperándome. Esa responsabilidad y el querer estar bien lo antes posible por supuesto que es algo que llevo conmigo. No me duele lo que digan o dejen de decir a estas alturas, imagínate ya lo que han dicho de mí desde que comencé. Intento ayudar en todo lo posible, no he venido aquí para ir a cuatro peñas ni para contar cuatro chistes. Si los tengo que contar, los cuento. ¿Cuál es el problema? Toda mi vida he sido así, no me va a cambiar nadie. Si tengo que contar chistes lo voy a hacer y si tengo que ir a peñas, también, siempre y cuando sea respetando mi vida profesional. Es lo que he hecho durante estos años, nadie va a cambiar mi vida personal ni profesional. Si estoy aquí después de tantos años es por mi dedicación a mi profesión.
Esa dedicación le ha hecho estar siempre a un nivel físico muy alto. Las lesiones le han respetado.
Soy un privilegiado en ese sentido. Está claro que puedes tener lesiones porque estás jugando al máximo nivel y la exigencia es máxima. Habré tenido tres o cuatro lesiones en toda mi carrera, lo máximo que he estado sin entrenar con el grupo fue en mi primer año en Málaga. Estuve fuera del trabajo con el grupo mes y medio, pero después no he tenido ningún problema. Sigo estando físicamente muy bien.
¿Siente que tiene una mayor responsabilidad en esta segunda etapa en el Betis?
No es que sea mayor, es que ya tengo otra edad y esa responsabilidad se absorbe mucho más. Te das cuenta de ello cuando analizas que había más de 20.000 personas en mi presentación. No es que todo eso te llene de compromiso, que también, sino que quieres agradar mucho más y estar mucho mejor, volver a repetir lo que hice hace diez años. Por supuesto que es muy difícil, pero en la medida de lo posible voy a pelear para que vuelvan a disfrutar conmigo. Es lo que más deseo, por supuesto que sé que esa responsabilidad está ahí.
¿Qué siente al entrar en el vestuario y comprobar que es un ídolo para muchos compañeros?
Es una sensación muy buena. Desde que llegué el primer día, todo el que me conoce sabe cómo soy. Le di confianza a Vadillo como si le conociera de toda la vida. Él es de Puerto Real y siempre me ha tenido como ídolo, así que le ayudo en todo lo que pueda y le doy el cariño que necesite. Al igual que con Álvaro, trato de ser igual con todos, quiero que estén contentos en ese aspecto. No quiero que haya distancia, sino que me vean como un compañero más y puedan disfrutar conmigo.
Su contrastada experiencia la pone de manifiesto cuando dialoga con el cuerpo técnico. No hay más que ver cómo lo escuchan.
Es una parcela en la que los jugadores damos opinión cuando nos la piden. Por la experiencia que tengo a lo largo de mis años de carrera, por supuesto que ayudo a todo lo que puedo en esa parcela al cuerpo técnico, pero tampoco nos tenemos por qué meter en eso. El trabajo lo manda el cuerpo técnico y nosotros lo que debemos hacer es morir con esa filosofía. Cuando el entrenador pide opinión y quiere que la gente hable, ya sea sobre temas tácticos o algo personal, lo hacemos sin problemas. Tener las puertas abiertas para que hablemos con el cuerpo técnico y que ellos puedan hablar a nosotros es fundamental. Debe haber esa libertad de expresión para que cada uno pueda decir lo que piensa, siempre por el bien del grupo, que al final es lo más importante.
Voz autorizada dentro del vestuario, se ha esmerado de lo lindo para que los nuevos fichajes comprendieran a qué Club han llegado.
Intentamos ayudar en todo lo posible, que se adapten rápidamente y que sepan cómo funciona esto. Es lo más normal, no solo lo hago yo, sino todos mis compañeros para que los nuevos se sientan integrados. Vienen para ayudar, así que de alguna manera nuestro trabajo también es hacer que se sientan felices. El compromiso es grande, pero tampoco se busca que el que venga esté todos los días asustado, sino que sea feliz y venga con ganas de trabajar sabiendo que este sentimiento es grande y la gente espera mucho de nosotros.
En esta segunda etapa, se reparte la atención de los aficionados con Adán y Rubén Castro. ¿Algún conflicto en ese sentido?
-Risas-. Son grandísimos jugadores, están haciendo un trabajo fenomenal. Rubén también ha entrado en la historia del beticismo, me parece fenomenal. Al final todos nos beneficiamos de que lo hagan bien.